Aroma, Café Martínez, Starbucks, Coffee Store, por algún motivo empezaron a proliferar y ahora están en todos lados. Pero, cada una tiene sus pros y sus contras. Conocelos.
No hay nada más
Pero bueno, a veces no se puede. A veces estamos en una avenida horrible, o en un
Por suerte, ahí también hay cafeterías. Algunas son buenas, otras regulares o malas, y unas cuantas, malísimas. Planeta JOYte ofrece la guía indispensable para saber en dónde tomar un café decente,
Aroma Café es un milagro, un verdadero milagro. Porque si bien el café es malo, la pastelería no es
MC CAFE
Miren lo que voy a decir: ni la pastelería, especialmente las
BONAFIDE
Es injusto juzgar a Bonafide como una cafetería cuando en realidad es una tienda o un despacho de café y golosinas que tiene algunas mesas casi siempre olvidadas y mal atendidas. Aunque no es de mis preferidos, no se puede decir que el café sea malo (para mí es demasiado
CAFE MARTINEZ
La pastelería es aceptable, el café es bueno, y tiene
THE COFFEE STORE
The Coffee Store tiene un plus que no tiene nadie, tiene café saborizado. Y en ese “nadie” no incluyo a Starbucks, porque lo de Starbucks es otra cosa (son drinks de café parecidos a un milk shake más que a la bebida tradicional). Los locales son correctos y las tortas y la patisserie son relativamente buenas, incluyendo cookies y algunos cuadrados de torta que no están mal. Como casi todas las demás cadenas, hace agua en las comidas y los sándwiches, aunque tiene una novedad: un menú de dieta hecho por el doctor Ravenna que, aunque no me crean, pide mucha gente. Conclusión: un buen lugar para tomar el mismo café de siempre con un twist y comerse el cantucci que viene al lado de la tacita. Les recomendamos sentarse, leer el diario y comprarse un cuarto de café Swiss Almond Chocolate o Almond Amaretto recién molido para servir con un postre después de comer o hacerse un frapuccino cuando llegue el verano.
STARBUCKS
Starbucks es acerca del producto. Si vas a buscar un lugar para pasear, o para tomar algo tranquilo leyendo, olvidate. Starbucks es para comprar, e irte a dar una vuelta por el shopping con el café en la mano o para entrar corriendo, comer en diez minutos y seguir trabajando. No se compara con otras cafeterías porque acá el producto es completamente diferente. Cafés de medio litro con crema, esencias, espumas, cremas, helados, syrups lo convierten más en una golosina líquida que en la austera bebida que conocimos hasta el momento. Hay caramel macciatos, vanilla lattes y mochas en sus versiones calientes, y frapuccinos con o sin crema en diferentes sabores standard pero que también se pueden customizar a gusto del cliente. Ideal para golosos que extrañan el $1 a $1 y para curiosos en general. La pastelería y los sándwiches son muy ricos (tienen unos muffins gigantes de arándanos muy buenos), por lo que está bien para almorzar o tomar el té.
HAVANNA
A pesar de que es una cadena y terceriza el café con Cabrales, vamos a defender Havanna a capa y espada, porque hace la mayoría de las cosas bien. Quien eligió o diseño la estrategia que transformó el despacho de alfajores en Mar del Plata hasta cadena de cafeterías a Havanna es alguien que además de tener buen gusto, es inteligente. Los locales son lindos, tienen un olor increíble, la atención es esmerada y el café, que es muy muy rico (Cabrales les hace un blend especial para ellos), llega a un grado de perfección celestial con las dos galletitas crocantes de naranja cubiertas en chocolate amargo que traen para acompañar. Un capítulo aparte merece la presentación: la taza viene con servilletas arriba de una bandejita individual, muy piola y diferente. La comida de Havanna no es muy buena, pero se equilibra con alfajores, tortas y esas galletitas de limón cubiertas con chocolate que nadie ha logrado superar hasta el momento. Por último, el clima: como hay muchos locales pequeños con tres o cuatro mesas y como despachan alfajores por la vidriera (un gran acierto) son mucho más tranquilos que el resto. Un sí rotundo.
ESTABLECIMIENTO GENERAL DE CAFE
Aunque tiene pocas sucursales en la ciudad, Establecimiento General de Café no parece una cadena sino un corner de café gourmet. Tienen más de veinte variedades de café recién molido de Brasil, Colombia, Kenia, India, Arabia Saudita, Yemen, Puerto Rico, Indonesia, India, además de vender tazas, cafeteras de todo tipo, molinillos y batidores de leche. Es la perfecta antítesis de Starbucks porque su objetivo es exactamente el opuesto: vender un producto noble para puristas que busquen que el café sea la vedette. Ideal para sibaritas que además de un rico café pretendan un ambiente relajado, buena atención y comer algo rápido. Sus sándwiches son mejores que esos espantos envasados marca Grandwich que sirve la mayoría de la competencia. El “De la huerta” por ejemplo, tiene queso blanco, choclo, champignones salteados, cebollas asadas, berenjenas, espinaca y queso gratinado. Todo un logro para una franquicia. ¿La parte mala? Por ahora tienen sólo cinco locales y ninguno está en un shopping o una avenida típica para ir de compras o hacer trámites, pero piensan expandirse.
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