lunes, 6 de septiembre de 2010

La Mejor defensa es un buen ataque

¿Qué tienen en común un cliente de Starbucks y otro de McDonald’s? A priori no comparten ningún elemento de afinidad, porque ambos negocios se dirigen a segmentos claramente diferenciados. Sin embargo, aquellos clientes esnob que catapultaron a Starbucks al Olimpo de las marcas globales han dejado paso a segmentos más amplios que ya no sólo quieren disfrutar de una experiencia en torno al café, sino que desayunan, comen o incluso cenan algunos de sus sándwiches, ensaladas o platos preparados. Con una extensa red de establecimientos por el frenético crecimiento de los últimos años, la enseña del café había empezado a competir poco a poco con los restaurantes de comida rápida.
A McDonald’s, que lleva décadas vendiendo café en sus restaurantes como un producto de valor añadido para sus clientes adultos, el fenómeno Starbucks ha acabado por abrirle un frente en su estrategia de negocio. Así que ha decidido pasar al ataque no sólo para mantener a salvo sus dominios en la comida rápida, sino que se ha colado en el patio trasero de Starbucks con la creación de cafeterías propias denominadas McCafés, con una estética singular y una oferta de calidad con múltiples variedades de cafés. Eso sí, a precios más competitivos que los de Starbucks. Un torpedo en la línea de flotación de la marca más chic de esta década.
En una época de incertidumbre donde cada día se derrumban pilares hasta ahora incuestionables del universo empresarial, los clientes están modificando radicalmente sus pautas de consumo, sus preferencias, e incluso abandonan en masa a sus marcas de confianza a las que guardaban una extraordinaria fidelidad. Y es que la lealtad ha dado paso a la cultura de lo barato a cualquier precio, aunque se sacrifique la calidad o la variedad. Sin duda, tiempos extraños que necesitan de estrategias de clientes aún más audaces.
El imparable ascenso de las marcas blancas ―en realidad “no marcas”― entre la gran distribución ha colocado a las marcas de referencia en el rincón más apartado de los lineales de los supermercados. La poderosa Mercadona, con su ya famosa enseña Hacendado, o incluso El Corte Inglés, hasta ahora gran defensor de las marcas, con la nueva Aliada, están poniendo en jaque a las grandes del consumo. Pero Danone también sabe que la mejor defensa se sustenta en un buen ataque, y ha abierto su primera tienda propia en Barcelona aprovechando la celebración de su noventa aniversario. Una zona de yogurtería preside la tienda, en la que se puede degustar una amplia variedad de combinaciones de este postre lácteo, además de tomar un bocado en su restaurante de comida saludable. Además, Danone tampoco se olvida de sus clientes que ahora necesitan ahorrar, al ofrecerles la posibilidad de comprar los yogures en pack de dos unidades.
Con una estrategia similar, Procter & Gamble ha abierto un establecimiento propio en Nueva York para promocionar su conocido plan de cupones de descuento BrandSaver, además de reforzar la presencia de las marcas emblemáticas de la compañía para hacer frente a la competencia ―con productos más baratos―, que amenaza ahora el largo idilio que ha mantenido con sus clientes.
Otras marcas como Leche Pascual o Central Lechera Asturiana, líderes en el sector lácteo español, han optado por explicar con éxito a sus clientes el valor añadido que justifica un precio más elevado en un litro de leche. Sin duda, en productos de primera necesidad como éste la sensibilidad al precio debería ser mucho menor a lo que ocurre en la actualidad, donde los clientes optan cada vez más por los productos sin marca.
Los cerebros del marketing, atormentados por esta época de zozobra, deben pasar decididamente a la acción, derribar dogmas de fe, reformular teorías e identificar cómo han cambiado sus clientes en estos nuevos tiempos que corren. Sólo así, como ha hecho McDonald’s, surgen nuevas oportunidades de negocio donde nadie se imaginaba que las hubiese. Recuerde, ¡quizás no pueda permitirse el lujo de dejar pasar las oportunidades que le ofrece una crisis!

 http://www.daemonquest.com/es/research_and_insight/2009/06/08/la_mejor_defensa_es_un_buen_ataque

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